Redacción iAgua
Connecting Waterpeople
Hidroglobal
Amiblu
Baseform
ONGAWA
Sivortex Sistemes Integrals
Fundación CONAMA
Saint Gobain PAM
EPG Salinas
Asociación de Ciencias Ambientales
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
ESAMUR
Confederación Hidrográfica del Segura
FLOVAC
LABFERRER
LACROIX
Cajamar Innova
GS Inima Environment
Sacyr Agua
ISMedioambiente
Fundación Biodiversidad
RENOLIT ALKORPLAN
CAF
Agencia Vasca del Agua
DATAKORUM
KISTERS
Fundación Botín
Laboratorios Tecnológicos de Levante
Molecor
Lama Sistemas de Filtrado
Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
Prefabricados Delta
Filtralite
HRS Heat Exchangers
Grupo Mejoras
MOLEAER
Hidroconta
Smagua
Consorcio de Aguas de Asturias
ADECAGUA
Likitech
AMPHOS 21
Vector Energy
ICEX España Exportación e Inversiones
ADASA
Barmatec
Global Omnium
MonoM by Grupo Álava
AGS Water Solutions
Kamstrup
Aganova
IRTA
Rädlinger primus line GmbH
J. Huesa Water Technology
FENACORE
Ingeteam
Xylem Water Solutions España
Aqualia
AECID
s::can Iberia Sistemas de Medición
Catalan Water Partnership
Almar Water Solutions
IAPsolutions
TEDAGUA
SCRATS
TecnoConverting
Idrica
Hach
Schneider Electric
Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (CENTER)
Innovyze, an Autodesk company
ACCIONA
TRANSWATER
Minsait
Red Control
NTT DATA

Se encuentra usted aquí

Ciencia y tecnología, sociedad y agua

Sobre el blog

David Balfagon
Ingeniero especialista en gestión de recursos con más de 10 años de experiencia en el sector del ciclo integral del agua. Interesado en la Historia de la Ciencia e Ingeniería del Agua. Doctorando en Lógica y Filosofía de la Ciencia.
  • Ciencia y tecnología, sociedad y agua

Uno de los motivos por los que la Historia de las Ciencias e Ingenierías del Agua es interesante es porque permite apreciar cómo, más allá de la demarcación entre disciplinas, la idea de una única Ciencia que aspira a la satisfacción de un objetivo común es verosímil. La Hidrología, la Meteorología, la Química y, también, la Computación se han constituido como disciplinas independientes y, sin embargo, desde hace siglos todas ellas vienen contribuyendo a un mismo fin: resolver los desafíos que el ser humano ha hallado en su relación con el agua. Cabe preguntarse, ante un caso como este, en el que la Ciencia se vuelca en la satisfacción de intereses sociales y económicos, en el que la Ciencia apenas es distinguible de la Tecnología, si la concurrencia de otro tipo de valores, digamos más trascendentales, es un mero apéndice. Es decir, si la auténtica pretensión del conocimiento científico no es tanto la Verdad como la Utilidad.

En este sentido, la Francia del siglo XIX representa una de las etapas más elocuentes de la Historia. Las élites francesas sabían que para ser la potencia política que pretendían era necesario ser una potencia científica e ingenieril. Pese al contexto convulso que caracterizó los años posterior a la Revolución de 1789, la actividad científica no se detuvo, sino que, espoleada por los ánimos belicosos, fue especialmente productiva. Así, tras los titubeos iniciales que llevaron incluso a la supresión de la Academia de las Ciencias, el propio Napoleón se encargó, en 1794, de su restitución y dispuso, además, la creación de la Escuela Politécnica (École polytechnique). Que el nombre original de esta prestigiosa institución fuera el de Escuela Central para los Trabajos Públicos (École centrale des travaux publics) y que dependiera directamente del Ministerio de Defensa no ha de tomarse como algo casual.

Pero no sólo la Ciencia y la Tecnología debían ser preeminentes para el éxito de la República, los propios científicos debían participar también en su gobierno, de manera directa y comprometida. Gay-Lussac, Laplace o Carnot fueron, además de grandes matemáticos, físicos e ingenieros, hombres de estado que contribuyeron desde sus diferentes cargos políticos a la satisfacción de los ideales de la Revolución.

En el ámbito de las Ciencia e Ingeniería del agua, Henri Navier (1785-1836) es un perfecto exponente de este espíritu político y social de la Ciencia y la Tecnología. Conocido para la posteridad por una de las ecuaciones fundamentales para la hidrodinámica, a las que da nombre, Navier fue un miembro ilustre de la Escuela Politécnica. Escribió uno de los manuales más influyentes para la construcción de canales y fue un referente en el diseño de puentes suspendidos. Junto a esto, trabajó en la definición de un método para el análisis de costes y de la gestión económica de infraestructuras públicas. Por último, viene al caso señalar su cercanía personal e intelectual con Auguste Comte, padre de la Sociología y del positivismo, con el que coincidió, precisamente, en la Escuela Politécnica.

Tras los acontecimientos vividos en este último año, resurge la idea de fortalecer instituciones científicas y tecnológicas que permitan, con agilidad y eficacia, atender la emergencia de nuevos retos e inciertos escenarios. En este sentido, el modelo francés del siglo XIX, cuya debilitada herencia sigue vigente aún en muchos países europeos, puede servir de ejemplo. Lo importante, en cualquier caso, es reflexionar acerca de la conveniencia de que las instituciones y empresas científicas e ingenieriles estén alineadas con los intereses sociales y económicos. Especialmente en aquellos ámbitos estratégicos por su criticidad y relevancia en la vida humana. No cabe la menor duda de que la gestión de recursos hídricos, tanto en el área de abastecimiento como de saneamiento, es uno de estos ámbitos y que, por tanto, merecen todo el esfuerzo y dedicación por parte de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad.

Lecturas relacionadas:

  • Bibiothèque de l´École, 2021. Le patrimoine de l´École polytechnique: une école républicane. [En línea] Available. [Último acceso: 04 04 2021].
  • O'Connor, J. & Robertson, E., 2000. School of Mathematics and Statistics University of Scotland. [En línea] Available. [Último acceso: 04 04 2021].