¿Cuál es la superficie de regadío en el mundo?
Tabla de contenido
- La superficie de regadío en el mundo
- La gestión sostenible del agua para riego
- Los sistemas de riego más eficientes
- El impacto del cambio climático en la superficie de regadío
- Conclusión
La superficie de regadío en el mundo
Según el informe "El estado del agua y la agricultura en el mundo" publicado por la FAO en 2020, en 2018, la superficie total de regadío en el mundo era de aproximadamente 330 millones de hectáreas, lo que representa el 20% de la superficie cultivada en todo el mundo. Asia es la región con mayor superficie de regadío, con aproximadamente el 46% de la superficie mundial de regadío, seguida de África con el 17%, América del Norte con el 15%, Europpa con el 11%, América Latina y el Caribe con el 7% y Oceanía el 4%.
La gestión sostenible del agua para riego
El informe también señala que el uso del agua para riego en muchas regiones ya ha alcanzado su límite máximo sostenible, lo que significa que se necesita una gestión del agua más eficiente y sostenible. La gestión del agua de riego debe garantizar que la cantidad y calidad del agua utilizada sean adecuadas para la producción agrícola, sin dañar el medio ambiente y manteniendo el acceso al agua para otros usos.
Los sistemas de riego más eficientes
La mayoría de los sistemas de riego son por gravedad o por aspersión. Los sistemas de riego por goteo son los más eficientes, ya que entregan agua directamente a las raíces de las plantas, reduciendo la evaporación y la escorrentía. Además, el riego por goteo reduce el consumo de agua en comparación con otros sistemas de riego y mejora la calidad del agua.
El impacto del cambio climático en la superficie de regadío
La superficie de regadío también se ve afectada por el cambio climático. Las sequías, inundaciones y el aumento de la salinidad en los suelos pueden afectar la producción agrícola y reducir la superficie de regadío
Conclusión
En conclusión, el riego es esencial para la producción de alimentos, pero también tiene un impacto significativo en el consumo mundial de agua dulce. La gestión sostenible del agua y la implementación de sistemas de riego eficientes son clave para garantizar la seguridad alimentaria.
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