Una enorme riqueza continúa siendo generada por los vastos recursos naturales de la Amazonia, aunque con altos costos ambientales y sociales. Y aún cuando muchos de los países de la región buscan producir más energía, minerales, metales y productos agrícolas de esta zona para satisfacer la creciente demanda nacional y mundial, los propios ciudadanos de la Amazonia no comparten equitativamente los beneficios que esta región genera.
El desarrollo económico a gran escala en la Amazonia siempre se ha basado en la deforestación. Comprometiendo los ecosistemas de la Amazonia, la deforestación está ahora amenazando no solamente el bienestar y los derechos de la población de la región, sino también la sostenibilidad económica de las mismas industrias a las que ha dado lugar.